Si estamos implicados en un siniestro de vehículos, y no ha sido causado por nosotros pueden darse dos opciones:
- Damos parte a nuestro seguro, que traslada a la compañía contraria el parte y acepta su responsabilidad, dando luz verde a la reparación de nuestro vehículo.
- La compañía contraria alega que su asegurado no es responsable, pues su asegurado nos imputa la responsabilidad del accidente. En este caso, cobra especial importante la figura del Perito de Accidentes.
El perito tiene dos funciones: Valoración de daños y Reconstrucción de accidentes.
Si se realiza una valoración de daños, nuestro perito determinara los daños materiales y su cuantificación al momento para saber el valor de la reparación, como también intentara examinar los daños del vehículo contrario.
En la reconstrucción de Accidentes, determinara con la debida diligencia de detallar mediante las fórmulas de Delta- V, impacto y tensión que los daños sufridos por el vehículo han sido fruto del siniestro provocado por el vehículo contrario. Ello implica la unión del nexo causal con las lesiones que se padecen.
El nexo causal es la relación causa-efecto, fruto de que los daños materiales están en relación con las lesiones padecidas fruto del accidente. Es muy importante, pues las aseguradoras actualmente intentan deslegitimizar a los perjudicados aduciendo que las lesiones no tienen relación de nexo causal cuando los daños materiales son de baja intensidad, si bien es incorrecto esta tesis. Pues aun siendo mínimos los daños materiales ello no implica que no se produzcan lesiones, pues estas estarán determinadas por los servicios médicos y médicos traumatólogos, que son las autoridades competentes para determinar la existencia o no de las mismas.